El desconocido mas cercano

21 de Marzo de 2021 Miguel Angel Lopez Soriano



Hace unos días a primera hora de la tarde me enteré, a través de unas compañeras de profesión, que había ocurrido algo, de esos 3 trillones de sucesos diarios que ocurren en el planeta. Pero con este me quedé como si me hubieran robado un pedacito de mi. 


No podría expresar las emociones que experimenté porque fueron muchas y contradictorias. Cuando reaccioné, pese a que no me lo podía creer, me pareció que lo más adecuado sería contrastarlo, puesto que dicho acontecimiento, aunque “insignificante” para muchos, era de esas cosas que son posibles (como tantas), aunque poco probables.


Abrí las RR.SS. como mi fuente más fiable para corroborar en este caso lo cierto de la noticia. En efecto ¡era una realidad! Todo estaba ya invadido de recuerdos, sentimientos, anécdotas, imágenes y agradecimientos. Como podéis suponer por lo que os relato: alguien se ha marchado de este mundo hacia otra nueva vida. 


Para mi era casi un desconocido en lo personal, pero seguramente, hasta el día que nos dejó, yo diría que era “mi desconocido más cercano” en lo profesional.


Hubiera participado, expresandome en cada uno de esos foros y posts, pero algo dentro de mi decía que no era suficiente, ni era mi momento; no lo quería hacer desde el desgarro o el desconcierto y de pasada, sino desde la gratitud, la admiración y con algo más de detenimiento, por todo lo que esa persona significó para mi.


A la mañana siguiente, aún seguía pensando cómo podía hacer eso. Y no se me ocurrió mejor manera que escribir estas humildes letras que nacen desde mi recuerdo y la cantidad de notas que tomé en la única ocasión que tuve de asistir presencialmente a unos de sus talleres, allá por Enero de 2.019. 


Desde ese momento, tuve línea directa con él, fue generoso, me dió su teléfono de inmediato cuando se lo pedí. Por no querer abusar, ahora me arrepiento de no haber usado su cercanía en más ocasiones. La única vez que lo hice, le pedí prestado un documento de su “caja de herramientas” como él la llamaba. Y su respuesta fue instantánea.


Más uno de los que me estáis leyendo pensareis: pero...¿quién era? ¿que hizo? ¿pero si era casi un desconocido? y lo más importante ¿y a mi en que me puede interesar? 


Para mi fue un mago, un líder, una persona inspiradora que, en un mismo día, provocó un antes y después en la forma de entender y hacer mi profesión, después de mas de 15 años en la misma, al volver a recordarme detalles muy simples, que escuchados de su boca tomaban una dimensión enorme, diría que cósmica. 


En las vidas de los que me leéis, y por eso me he decidido a compartirlo con vosotros, influyó también desde aquel instante. Y seguirá haciéndolo, cada vez que use algo de lo que aprendí de él, cada vez que me vengan a la cabeza como explosiones cualquiera de las reflexiones que compartió con nosotros, sus compañeros y colegas: los agentes inmobiliarios.


Siempre he creído que seguramente nunca podré estar a su altura. Era un inmobiliario de raza, estaba orgulloso de ello, y sentía que como tal, su misión era ser útil a su comunidad local. Aunque, como quizá eso se le quedaba pequeño, también se dedicó a un propósito mayor: ser también útil a la gran comunidad de su sector profesional (la tribu como le decimos algunos), motivo por lo que le estoy tremendamente agradecido. 


Os quiero acercar un trocito de él, citando algunas, solo algunas, de las frases que usaba, que a mí más me impactan, y que nunca intentaré perder de vista en mi día a día profesional, e incluso personal:


“Me importan más las personas que las propiedades: por delante de cada operación inmobiliaria hay personas con necesidades, con circunstancias y con motivaciones. Hay que centrarse primero en sus sueños y sus historias, y olvidarse de los malditos ladrillos. Si no, no podrás ser un buen inmobiliario, ni dar un buen asesoramiento. Las casas vienen detrás, al final todas las casas son todas iguales”
“Sé generoso. Asesora desde el minuto uno. Comparte, con todos, lo que sabes y lo que haces sin pedir nada a cambio”
“Algunas de las mejores cosas de la vida están al otro lado del miedo. Los mejores inmobiliarios tienen mentalidad de abundancia: saben que todo no lo pueden vender. Y eligen, eligen trabajar con las personas con las que conectan. Y dejan a las otras, para otros”
“Si piensas que el agente inmobiliario es solo un profesional, entonces el corazón sólo es un órgano”
“Exprime tu capacidad de crear equipos de élite con tus clientes. Ellos toman las decisiones y tú controlas el proceso. Prepáralos , fórmales e implícales”
“No eres demasiado pequeño para hacer cosas grandes. El éxito proviene de la realización de pequeñas y simples acciones importantes realizadas cada día”
“La meta de un inmobiliario, no es vender, sino ser recomendado. No hay nada tan viral o contagioso como que alguien te recomiende ferviente.”
Y el éxito.... El éxito no es cuántos clientes atiendes, ni cuantas casas vendes. El éxito es cuántas personas confían en ti porque creen que eres auténtico, el éxito es cuántos clientes son fieles y repiten su experiencia contigo cuando lo necesitan, sin mirar a la competencia ni valorar otras opciones. El éxito es cuánta gente habla de ti y te recomienda. Vender es humano.


En las primeras reuniones con mis clientes, solo les aseguro dos cosas, si deciden elegirme: que trataré sus necesidades como si fueran las mías propias y que cumplo lo que prometo. Al hilo de esto último, genio y maestro, como deuda de gratitud por ayudarme a amar una profesión que ya me encantaba, hoy y aquí, me comprometo contigo a seguir gritándole a todos lo que conseguiste hacer que me creyera: ¡Puedo ser útil a los demás! 


Perdonad el atrevimiento de este pequeño agente inmobiliario hablando de uno de los grandes: Sergi Vergé. 


“Ser inmobiliario es una actitud. Es ser curioso, tener inquietudes y ganas de conocer el mundo. Un inmobiliario es alguien que se atreve. Que sabe que las recompensas están reservadas para quienes dejan a un lado los miedos. Que a la vida hay que provocarla no esperarla. Que uno sabe dónde está hoy, pero ni idea de dónde estará mañana. Que la vida da muchas vueltas, pero aún es más cierto que… las vueltas dan mucha vida.”



Hasta pronto amigo. Gracias por todo y gracias por tanto.